Cuando fui designado para esta iglesia en 2003, no había muchos hermanos. Ahora son más de quinientos que vienen a adorar y alabar al Padre y a la Madre del cielo. Realmente es una historia y obra poderosa de Dios.


El secreto de bendición es obediencia.

Cuando viajé a Perú con la misión mundial, la única palabra que sabía era “Dios lo bendiga mucho”. Partí sólo con la determinación de darle alegría a la Madre anunciando el evangelio del nuevo pacto en el exterior.
Pero no todo me fue bien como yo lo esperaba. Quería tanto desde el fondo de mi corazón predicar la palabra de Dios, pero como no sabía hablar español no me podía hacer entender y también tenía que seguirles pasivamente a los hermanos cuando predicabamos la palabra. Pasando un mes, poco a poco me sentí más deprimido.
Un día, se me ocurrió: No vine hasta acá sólo para seguir a los hermanos y que la Madre me mandó acá porque quiere que anuncie la palabra de vida. Pensé que no debía actuar así pasivamente. Mientras tanto me acordé la palabra que me dio la Madre.

Antes de partir a Perú, la Madre me aconsejó que el evangelio iría bien si yo sonriera siempre, hablara fuerte y actuara vigorosamente. Y así fue. La respuesta correcta se encontraba en la palabra de Dios.
Al día siguiente, saludé a los hermanos con una gran sonrisa :
“¡Dios lo bendiga mucho!”
A mi saludo ellos respondieron también con sonrisa y se alegraron. Desde entonces, cada vez que tuve algunas preguntas, fui corriendo a los hermanos a preguntárselas y ellos también me enseñaron el español todo el momento que pudieran
Al poner la palabra en práctica, Dios me dio abundante sabiduría para aprender el idioma. Dos meses depués de llegar, empecé a dar sermón y orar en español y pude anunciar la palabra de Dios sin miedo. Aunque vine a Perú solo hace dos meses, todas las personas que encontré me preguntaron diciendo que cuántos años llevaba en Perú.
Lo más asombroso es que me salía el español sin dificultad cuando predicaba la palabra de Dios pero, cuando hablaba de la conversación privada y de otras cosas no podía hablar bien.


La luz de la verdad que rompe el poder de las tinieblas

ⓒ 2006 WATV

Muchos hermanos coreanos vacilan en hacer la misión mundial y se desaniman porque no hablan bien algún idioma extranjero. Pero una vez que salgan al exterior, se darán cuenta de que el idioma no es una gran dificultad. Si nos unimos a los hermanos alegremente y hacemos nuestro mejor esfuerzo para predicar la palabra, Dios nos abrirá el oído y la boca para conquistar el idioma facilmente.
Las dificultades había en lo que no esperaba.
El Perú era una colonia de España, por lo tanto más de 90% de los peruanos son católicos. El catolicismo fundido con la religión tradicional les trajo varias clases de ídolos y costumbres supersticiosas que ya son partes de la vida de los peruanos.

Me parecía que nadie se sentía arrepentido de su pecado porque creen que se perdona cualquier pecado sólo por confesarse. Por este aspecto me decepcioné a veces, pero por otro lado pude sentir, aunque poco, el corazón del Padre del cielo.
Me llené de arrepentimiento y de gracias por pensar cuán doloroso y apenado se sentía el Padre por sus hijos manchados de pecado no sabiendo lo que hacen.
Pero, cualquier costumbre malvada y supersticiosa se rindió ante la palabra de Dios. Al ser iluminado por la verdad, los hermanos renacieron como la historia de hace 2000 años cuando el pueblo que andaba por las tinieblas reconoció la gloria de Dios.


Cuando aprenden la pascua, la anuncian.

Los bebés aprenden a hablar practicando poco a poco y aprenden a caminar cayéndose varias veces. De igual manera los hermanos peruanos cambiaron y crecieron poco a poco y ahora tienen aspectos de los hijos de Dios.
También, lo que me emociona más es que al aprender la pascua ellos salen a anunciar la pascua y al estudiar el día de reposo, lo predican. No pospusieron la predicación hasta que lo estudieran mucho y entendieran la verdad perfectamente. Anunciaron y enseñaron lo que aprendieron de inmediato. Por su predicación de los hermanos en base a la confianza y el corazón ardiente, Dios nos dio abundante bendición.

En Perú, viven generalmente entre 10 y 15 personas en una familia. Dios nos dio bendición abundantemente que cuando un miembro de una familia recibió la verdad, los demás de la familia también recibieron a Dios pronto.
Además, no solo unos hermanos de la 2da Lima predican y llevan frutos, sino todos son entusiastas. Casi todos los hermanos guiaron su familia a Dios. Ya no es un espectáculo ver a los hermanos que vienen a Sion en grupo de 15 o 20 con sus familiares. Esto es algo emocionante que no he visto en Corea.
Si les cuento, el hermano Fortunato, al recibir a Dios, le predicó la palabra de Dios a su nieto de la secundaria y luego su nieto le predicó la verdad a sus padres. Pero a sus padres no les agradaba que su hijo creyera en otra religión que no es la católica. El hermano persuadió a sus padres: “Si me aman, por favor no me digan que yo no vaya. ¿Por qué no vienen a escuchar un poco y luego me convencen?”. Los padres lo consideraron justo y vinieron a ver la verdad y luego recibieron a Dios.

También la hermana Verónica es profesora asistente por hora en una jardinería infantil y le predicó a una profesora. La profesora, entendiendo la palabra, recibió a Dios y le predicó a su esposo la verdad de vida. Pero él no entendió la verdad que ella oraba por más de un mes con lágrimas pidiéndole a Dios que su esposo lo entendiera y lo aceptara. Dios les abrió el corazón de él y de su familia. ellos se bautizaron.


Heme aquí, Envíeme a mí.

Acá en Perú estamos ardiendo por la misión mundial. Uno tras otros, los hermanos están partiendo al camino de misión y ahora se están preparando para fundar la Sion en Paraguay.
Fundar la iglesia en otros países o en otras ciudades es espiritualmente una victoria y historia poderosa de Dios. Si revisamos sus pasos, llegamos a un acuerdo de que su comienzo no fue especial.

ⓒ 2006 WATV

En Arequipa, muchos hijos de Dios recibían la bendición de vida eterna por el agua de la vida después de la construcción de Sion. Todo ha comenzado de la pasión de los jóvenes y los estudiantes.
Unos jóvenes apasionados por la predicación después del culto de la tarde del día de reposo predicaron la palabra de Dios a una persona que estaba saliendo del supermercado depués de compras.
Entendió la palabra inmediatamente y recibió a Dios sin vacilar, Luego la hermana quiso predicar la palabra a su hermano también, que vive a la distancia de 20 horas en auto de Lima. Después de haber buscado tanto la mejor manera, aprovechó las vacaciones de su hermano para predicarle la palabra de Dios. Como su hermano estaba de vacaciones, venía a rendir los cultos de la mañana y de la noche durante la fiesta solemne de Dios. Mientras tanto, el hermano recibió la bendición del Espíritu Santo, creció y se convirtió en un obrero de Dios.

Después de las vacaciones, el hermano se volvió a Arequipa y guió a muchas almas a Sion siendo el profeta de Dios a quien se le encomendó la misión de mensajeros. Como consecuencia, se fundó la iglesia de Arequipa.
Ahora se fundó la iglesia de Urguay hace un mes. La fundación de Sion en Uruguay procedió del fervor del evangelio exterior por una familia de díaconos que les amaban mucho al Padre y la Madre. Ellos fueron a Uruguay con su propio costo y trabajaban en calle arreglando relojes de la manana y después de su trabajo predicaban de la tarde y de la noche con fuerza. Pero el trabajo en calle no era fácil, porque los policías le persiguieron. Sin embargo, ellos soportaban mucho para buscar la familia del cielo, por eso ellos buscaron a unos 20 hermanos. Al final, la Madre permitió fundar la iglesia de Uruguay.
Sólo confiamos en la palabra: “Y ve y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así ha dicho Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar.” y seguimos predicando. Dios nos respondió con una enorme bendición que no imaginábamos.

Dios es el que cumple el evangelio y nosotros somos sólo sus instrumentos. Así que debemos obedecer a toda palabra de Dios y ser hijos que cumplimos la misión hasta el ultimo momento. Nosotros les amamos al Padre y a la Madre mucho, y les damos gracias por su infinito amor.