ⓒ 2003 WATV
El 19 de agosto, el frenesí de los alentadores Aurah no se enfrió. En este día, doce equipos tuvieron una ceremonia de izamiento de bandera: Turquía, Italia, Suiza, Rusia, etc. Y la apasionada bienvenida de los alentadores alcanzó su esplendor.
El equipo de Omán, del cual solo habían asistido siete miembros a la ceremonia de izamiento de bandera, fue rodeado por los alentadores y se hicieron uno solo.
Un niño que visitaba Corea por primera vez con su padre, uno de los entrenadores, se comunicaba activamente con los alentadores por medio de lenguaje corporal. Él aprendió muy rápido palabras coreanas como “Añonjaseyo?”, “Kamsajammida”, “Bok mani baduseyo”. Como un alentador le había dado un llavero, se jactaba de él ante su padre y los atletas.
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Cuando un traductor explicó que los alentadores eran miembros de la Iglesia de Dios, Yousuf Al Baloshi, director del equipo de Oman, respondió con alegría: “Recuerdo su grandioso apoyo para el equipo de Oman en los últimos juegos [los VIII Juegos FESPIC]. Los conozco muy bien”.
Añadió que las actividades positivas de los alentadores de la Iglesia de Dios ejercían un efecto importante en la relación entre Oman y Corea. “Entrégenme una fotografía cuando se revele la película. Me gustaría publicarla en un diario”, agregó.
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Por otra parte, otros equipos pequeños también se conmovieron ante los alentadores que llenaron sus asientos vacíos. Al principio, el equipo de Bolivia parecía un poco incómodo por el inesperado apoyo. Pero después gritaron: “V, I, V, A”, “¡Viva Bolivia!”, junto con los alentadores. Y mientras los alentadores gritaban: “Oh, Pilseung (Victoria) Suiza” y enseñaban el movimiento de las palabras de aliento a los atletas suecos, ellos respondieron: “We love Corea”, tocando una enorme campana. Juan José Claure, uno de los atletas, expresó su satisfacción a los alentadores, gritando: “¡Excelente!”, “¡Maravilloso!”, “¡Muy bien!” Lecoultre Simon, un nadador suizo, formó con sus manos una boca sonriente diciendo: “La sonrisa de los alentadores coreanos es muy hermosa y fantástica”.
La amabilidad y la sonrisa de los miembros de la Iglesia de Dios se expanden al mundo.
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