Ninguna parte de los sermones en texto puede ser imprimida o difundida. Por favor, grabe en su corazón lo que ha entendido, para compartir la fragancia de Sion.
Esta es la época en que necesitamos a Dios Madre
La “Madre” ha sido uno de los temas más sonados en los medios de comunicación desde el año pasado, cuando el mundo entero cayó en la recesión económica. Es la “Madre” lo que viene primero a la mente cuando las personas pasan momentos difíciles. Es la naturaleza humana pensar que una vez que vayan a la “Madre” , siempre habrá algo abundante que les permita encontrar una solución a sus problemas, además de comodidad para su alma.
Los sociólogos concluyen que esta es la época del caos y la discordia, y que el mundo necesita del feminismo –especialmente la maternidad– más que antes. Además, todas las profecías de la Biblia dicen que en definitiva necesitamos el amor de la “Madre” , y que vivimos en la época en que se necesita urgentemente a la Madre.
La Madre es la clave para solucionar todos los problemas
En todas las épocas y países, el rol de una madre es casi el mismo. Cuando ocurre una riña entre los hijos en una familia, es la madre quien siempre arbitra entre ellos en esa riña. Ella hace que dejen de pelear, les recuerda el amor fraternal, juzga lo que es correcto e incorrecto para establecer orden y disciplina entre ellos, y los instruye para que no vuelvan a pelear.
Una madre no es solo una mediadora de paz sino también una sabia ama de casa. Cuando su familia está en una situación económicamente difícil, ella se ajusta el cinturón y administra eficientemente la economía familiar, reduciendo los gastos y no desperdiciando el dinero en cosas innecesarias. Haciendo esto, alimenta a sus hijos y les brinda abrigo. Ella es la mejor administradora en los negocios familiares.
En palabras simples, una madre es la que soluciona todos los problemas que ocurren en su familia. Aunque no hay premios o compensaciones para ella, se complace con sus hijos que viven en armonía y considera esto como una recompensa por todos los esfuerzos que ha realizado hasta ahora.
Hay muchos problemas en la época en que vivimos. Como Jesús profetizó hace dos mil años, la discordia entre las personas y las naciones está ocurriendo en todas partes del mundo, y la economía mundial está cayendo.
Mt. 24:3-8 『Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: […] Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.』
Lc. 21:34-36 『Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.』
Jesucristo dijo las palabras anteriormente mencionadas cuando los discípulos le preguntaron acerca de las señales de su segunda venida y del fin del siglo. “Los afanes de la vida” significa “las preocupaciones por las dificultades económicas” . Cada familia puede enfrentar ocasionalmente dificultades económicas. Pero los afanes de la vida que la Biblia profetiza no solo se refieren a las dificultades económicas de las familias, sino a la crisis económica que está ocurriendo en todo el mundo.
Desde principios del año nuevo 2009, los conflictos entre las personas y las naciones han ido empeorando. Además, el mundo entero está enfrentando una crisis económica. Todas estas situaciones o fenómenos críticos son causados por la falta de maternidad en la sociedad humana. En esta época profética, ¿quién puede ayudar a mediar los conflictos entre los países y encontrar una solución para la crisis económica global?
Cuando una familia riñe o enfrenta dificultades económicas, la madre resuelve los problemas. Del mismo modo, es a Dios Madre a quien el mundo necesita urgentemente. Cuando el poder de la Madre obre en la vida de las personas, el mundo será pacífico y todos los problemas difíciles se resolverán.
Dios ha creado una cosa nueva
La Madre es amor; ella es la fuente de la vida y la sabiduría. La Madre es la dadora de la paz que termina todos los conflictos y contiendas, y la poseedora de un espíritu y sacrificio indomable que soporta pacientemente todos los sufrimientos; ella es el camino, la verdad, la esperanza y el objeto de la fe para sus hijos.
Dios Padre nos ha permitido la obra de la salvación durante mucho tiempo, y ahora es el momento de que Dios Madre guíe toda la obra de la salvación. Dios ha creado una cosa nueva en la tierra, que será realizada por Dios Madre.
Jer. 31:21-22 『¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? Porque Jehová creará una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón.』
Aquí, la palabra “rodear” se traduce como “proteger” , en la versión “Today’s English Version” (TEV). Desde la sociedad tradicional hasta esta sociedad moderna, se ha reconocido generalmente que las mujeres son débiles y necesitan ser protegidas, y que los hombres deben proteger a las mujeres. Si una mujer puede proteger a un hombre, no es una “mujer” débil, sino una “madre” que tiene el fuerte poder del amor.
En otras palabras, la profecía anterior nos muestra que la “cosa nueva” que Dios Padre creará, es revelar a Dios Madre en el mundo, quien protegerá a los seres humanos, los llevará en sus brazos y los guiará a la salvación.
En el pasado, las mujeres eran consideradas como propiedad de los hombres, pero los derechos de las mujeres se fueron expandiendo gradualmente y su participación social se hizo más activa, y ha habido muchas presidentas y primeras ministras en el mundo. La tendencia histórica o el fenómeno periódico están relacionados a la providencia de Dios. Ya que Dios Padre ha creado una cosa nueva en la tierra, la obra de administrar el mundo depende de Dios Madre. Una madre cría a sus hijos, administra la economía familiar, media los conflictos entre sus hijos, los instruye para que vivan en paz en lugar de pelear, y para que sean considerados unos con otros en lugar de tener conflictos. Haciendo esto, ella guía a su familia. De la misma manera, es Dios Madre quien guía a la familia global; todos los humanos, como miembros de la familia global, necesitan a Dios Madre en esta época.
Así como todos los problemas que una familia atraviesa se resuelven cuando interviene una madre, todos los problemas serios que los seres humanos están enfrentando podrán resolverse cuando Dios Madre sea recibida por todas las personas del mundo. Ahora los hombres se odian unos a otros, y el terrorismo y los conflictos se levantan
frecuentemente en todo el mundo.
Pero si las enseñanzas de Dios Madre, junto con su espíritu, se infiltran en la mente de todos los seres humanos, se resolverán numerosos conflictos y esto conllevará a la verdadera paz que todos desean.
Los que participan en la naturaleza divina de Dios Madre
Como hijos de Sion, debemos guiar a todas las personas del mundo al camino correcto con el espíritu de Dios Madre. Ahora, veamos algunas enseñanzas de la Biblia.
2 P. 1:3-11 『[…] para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.』
La fe, la virtud, el conocimiento, el dominio propio, la paciencia, la piedad, el afecto fraternal y el amor. Todas estas virtudes son el espíritu de fe que Dios Madre quiere que sus hijos tengan. “Considerar a los demás como mejores que ustedes mismos.” “Servirnos unos a otros.” Cuando grabemos estas enseñanzas de la Madre en nuestro corazón y las pongamos en práctica, podremos obtener todas estas virtudes una tras otra y participar en la naturaleza divina.
Sin el cambio de nuestra personalidad, no podemos llevar ningún fruto que complazca a Dios, y finalmente nuestra fe caerá. El pueblo de Sion que observa la verdad del nuevo pacto, debe tener la naturaleza divina. Con la naturaleza divina, debemos ir a todas las personas del mundo, predicarles las buenas nuevas de salvación a través de Dios Madre, y dar paz y comodidad a sus corazones. Las buenas nuevas que traen paz son las buenas nuevas descritas en Isaías 40, el evangelio.
Ahora el mundo está buscando ansiosamente a Dios Madre. Vayamos rápidamente al mundo y hagamos que las personas conozcan a Dios Madre que mora en Sion, a fin de que en 2009 podamos llevar los frutos celestiales en abundancia y llevarlos al granero de Sion. A fin de hacer esto, debemos parecernos al corazón de la Madre.
1 Jn. 4:7-21 『Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. […] Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. […] Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. […] Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.』
Dios es amor. Por supuesto, el amor también es inherente a los hombres, y Dios Padre también es amor. Sin embargo, como la palabra “amor” es considerada un término femenino en todos los países, Dios ha sembrado el amor más grande en el mundo, en el universo entero, en el corazón de la Madre. A quien más necesita el mundo entero es a Dios Madre, que es el “amor” mismo.
1 Jn. 3:1-14 『Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, […] Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.』
La Biblia dice que como somos hijos de Dios, debemos amarnos unos a otros. Cuando nos concedamos unos a otros, cuando nos elogiemos y practiquemos el amor, siguiendo las lecciones de la Madre, las personas del mundo reconocerán que son las verdaderas lecciones de la Madre que nos permiten hacerlo, y buscarán a la Madre, ¿verdad?
Por eso, la Biblia dice que las acciones justas de los santos son el lino fino de la Esposa (Is. 49:14-18, Ap. 19:7-8). Como pueblo de Sion, debemos ser la sal y la luz del mundo, a fin de que todas las personas del mundo puedan convencerse de la existencia de Dios Madre a través de nuestras buenas obras.
El mundo cambia por el amor de la Madre
Cuando escuchamos la palabra “Madre” , caen lágrimas de nuestros ojos y sentimos un nudo en la garganta y en el corazón. Esto es probablemente por las características cálidas y suaves de la Madre. Caracterizada por el sacrificio, el amor y la paz, la Madre guía y protege a todos sus hijos con mucho cuidado.
El amor es la principal característica de la Madre. Debemos aprender su amor.
1 Co. 13:1-13 『Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, […] Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, […] Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. […] Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.』
Salvemos al mundo con amor, siguiendo las enseñanzas de nuestra Madre Jerusalén celestial. Si todas las personas del mundo tienen el corazón de la Madre, habrá verdadera paz en la tierra. Estarán llenos de fe y esperanza en el cielo, viviendo en armonía y dedicándose unos a otros en el amor fraternal. Haciendo esto, la obra de arrepentimiento para regresar a la eterna patria celestial ocurrirá en todo el mundo.
Para esto, primero debemos nacer de nuevo. Como pueblo de Sion, debemos deshacernos de nuestro viejo hombre y renacer en la ley de la verdad del Padre y la ley de amor de la Madre. En estos tiempos económicamente difíciles, debemos animarnos y edificarnos unos a otros en la fe; en la casa, los esposos y las esposas tienen que ayudarse y apoyarse mutuamente. Haciendo esto, debemos ir juntos hacia el reino de los cielos, soportando pacientemente con la esperanza en el cielo. A los miembros de nuestra familia que aún no tienen fe en Dios, démosles más ánimo y hagámosles saber que el reino de Dios es un lugar donde no hay penas ni riñas, sino solo alegría y felicidad desbordantes todos los días.
Muchas personas están frustradas y tristes porque piensan que no hay otro mundo aparte de este, que no hay vida después de la muerte. Pero vista desde el universo, esta tierra es nada, solo un pequeño grano de polvo. Dios nos ha escogido a los que vivimos en un lugar vil y humilde, y nos ha hecho sacerdotes reales del cielo, y nos ha prometido la vida eterna en el cielo, junto con las bendiciones y premios celestiales que durarán eternamente.
Ahora hay continuos gemidos por las dificultades económicas, los conflictos y el terrorismo. Vivimos en una época en que se necesita a Dios Madre. En todo sentido, el mundo necesita urgentemente el amor de Dios Madre. Justo en el momento exacto, Dios Madre ha venido, y llama a sus hijos.
Ap. 22:17 『Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.』
El Espíritu Santo es Dios Padre, y la Esposa es la Esposa del Padre. Por consiguiente, ella es nuestro Dios Madre. Ahora, los hijos de Dios debemos predicar al mundo entero las buenas nuevas de que Dios Madre ha venido a esta tierra, y quienquiera que escuche el mensaje debe venir a Sion sin dudar y recibir a Dios Madre. Dios está guiando esta nueva obra y creando un mundo nuevo. Dios Madre abraza al mundo entero y guía a todas las personas con su amor. Esta cosa nueva se está realizando ahora.
Quienquiera que crea en la Madre y siga sus enseñanzas, alcanzará el mundo eterno donde no hay conflictos ni penas. Como hijos del cielo, prediquemos rápidamente estas buenas nuevas a Samaria y hasta lo último de la tierra, a fin de alabar eternamente a nuestro Dios Padre y Dios Madre en el reino de los cielos de paz, donde no habrá más muerte, ni dolor, ni llanto, ni tristeza.