한국어 English 日本語 中文简体 Deutsch हिन्दी Tiếng Việt Português Русский Iniciar sesiónUnirse

Iniciar sesión

¡Bienvenidos!

Gracias por visitar la página web de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.

Puede entrar para acceder al Área Exclusiva para Miembros de la página web.
Iniciar sesión
ID
Password

¿Olvidó su contraseña? / Unirse

Ninguna parte de los sermones en texto puede ser imprimida o difundida. Por favor, grabe en su corazón lo que ha entendido, para compartir la fragancia de Sion.

Dios Padre y Dios Madre

Dios ha dado a toda la humanidad la oportunidad de escuchar el evangelio, comprenderlo y acercarse a la salvación. Por la gracia de Dios, la obra de la evangelización mundial se está logrando sorprendentemente, y muchas almas del mundo entero se arrepienten y regresan a los brazos de Dios.

Lo que a la gente más le sorprende es la verdad acerca de la Madre Jerusalén celestial. Las puertas del evangelio se abren de par en par; todas las naciones del mundo, en Europa, América del Norte, América del Sur, Oceanía, Asia y África, se someten a la verdad de la Madre celestial. Esta es una prueba viva de que las personas del mundo están esperando ansiosamente la salvación de la Madre celestial.

Ahora, estudiemos las enseñanzas bíblicas acerca de Dios Madre, quien cumple nuestra salvación junto con Dios Padre, y pensemos en la voluntad de Dios que desea que la gloria de Jerusalén sea alumbrada a todo el mundo.


Esforcémonos por conocer a Dios, quien nos da la vida eterna

Dios dice que el conocimiento de Dios es la sabiduría y la inteligencia más grande, y nos pide que nos esforcemos por conocer a Dios sobre todas las cosas. Esto se debe a que la salvación depende del conocimiento de Dios.

Pr. 9:10 『El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.』

Os. 6:3-6 『Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra. […] Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.』

Debemos proseguir en conocer a Dios. Sin conocer a Dios, no podemos esperar la vida eterna, la salvación ni el reino de los cielos. Por eso, cuando Jesús vino a esta tierra hace dos mil años, dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn. 17:3).

A través de los 66 libros de la Biblia, Dios quería hacernos conocer su existencia, pues Él da a la humanidad la vida eterna y la salvación. Por supuesto, todas las leyes y reglas de Dios descritas en la Biblia están estrechamente relacionadas con nuestra salvación y son muy importantes. No obstante, las leyes y reglas de Dios son simplemente métodos para que podamos conocer, servir y respetar a Dios. Si no podemos conocer verdaderamente a Dios, estas leyes y reglas no tienen sentido.

Jn. 5:39 『Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;』

La Biblia muestra la manera de obtener la vida eterna e ir al cielo. Sin embargo, como Jesús dijo: “Ellas [las Escrituras] son las que dan testimonio de mí”, necesitamos conocer, por medio de la Biblia, quién nos da la vida eterna, quién puede mostrarnos el camino para ir al cielo. Cuando sepamos quién es realmente Dios, podremos ir a Él para recibir la vida eterna y el reino de los cielos, ¿no es así?

Nadie puede esperar la salvación sin conocer a Dios. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Jn. 14:6). Necesitamos entender completamente estas palabras dichas por Jesús.


Dios Madre, la postrera Eva, es la vida

Algunas personas solo creen en Jehová o Jesús como Dios. Pero la Biblia testifica que hay tres personas en la trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y que nosotros debemos conocer al Dios que ha venido como el Salvador en esta época, al igual que Jehová y Jesús.

Dios se reveló a través de muchos personajes bíblicos; algunas veces por medio de Melquisedec, y otras como Adán, Dios ayudó a su pueblo a comprenderlo fácilmente. Entre muchas profecías, ahora estudiemos las profecías acerca de Adán.

Ro. 5:14 『No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.』

1 Co. 15:44-45 『Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.』

“El que había de venir” se refiere a Jesús que viene otra vez. Estos versículos son una profecía de que Jesús vendrá de nuevo como el postrer Adán y nos dará vida.

Existe una razón por la cual la Biblia profetiza a Dios, que cumplirá la salvación en los últimos días, como Adán. Esto se debe a que existe un secreto de Dios que será revelado a través de Adán.

Gn. 2:20-23 『[…] mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.』

Después de la aparición de Adán, apareció Eva, que era parte del cuerpo de Adán. Como parte de Adán, Eva estaba originalmente dentro del cuerpo de él. Después que Adán cayera en sueño profundo, salió Eva. Adán representa al que había de venir, a Cristo que tenía que venir por segunda vez. Entonces, ¿a quién representa Eva, que salió del interior del cuerpo de Adán?

Gn. 3:20 『Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.』

El nombre de Eva significa “vida” (ref. Gn. 3:20, véase la nota al pie). Esto es una profecía de que la “vida” que estaba en Cristo en su segunda venida, saldrá como la postrera Eva.

Como Eva (vida) estaba dentro de Adán y apareció, así también la Vida que estaba en Dios se nos ha aparecido. La Vida es nuestra Madre. La Biblia llama a Eva la “madre de todos los vivientes”, y también testifica que debe de existir Dios Madre, quien da la vida eterna a todos los que serán salvos en los últimos días.


La naturaleza divina de Dios, que se muestra en todas las cosas

Dios mostró su existencia no solo a través de los profetas de la Biblia, sino también por medio de todas las cosas que ha creado.

Ap. 4:11 『Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.』

Dios hizo que todos los seres vivientes tengan un padre y una madre, según su propósito y voluntad. Él hizo que todos los seres humanos comprendieran la invisible naturaleza divina de Dios por medio de todas las cosas, a fin de que puedan conocer a Dios Padre y a Dios Madre, y no nieguen a Dios.

Ro. 1:18-20 『[…] porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.』

Todos los seres vivientes tienen algo en común según la providencia de Dios en la creación. Los peces del mar, las aves del cielo, los animales que corren en el campo, e incluso los pequeños gusanos, todas estas criaturas vivientes tienen sus padres y sus madres que los dieron a luz. Lo mismo sucede con los seres humanos. Dios hizo que todos los seres vivientes heredaran la vida de sus padres y madres en el momento que los creó. Por medio de esta providencia, Dios nos hizo comprender que existe no solo Dios Padre, sino también Dios Madre, y que ambos crearon todas las cosas.

Gn. 1:26-27 『Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.』

Dios no dijo: “Haré al hombre”, sino: “Hagamos al hombre”. Luego, Dios creó al hombre según su imagen, varón y hembra. Considerando esto, podemos ver que no solo Dios Padre, sino también Dios Madre, crearon juntos todas las cosas. En otras palabras, existe
la imagen masculina de Dios y también la imagen femenina de Dios.

Es por esta razón que debemos esforzarnos por conocer a Dios. Así como todos los seres vivientes reciben la vida física a través de sus madres, nosotros también recibimos la vida eterna a través de nuestra Madre. En otras palabras, debemos creer en Dios Madre así como en Dios Padre, para recibir la vida eterna.

Los que realmente conocen y creen en Dios, son los que creen en Dios Madre así como en Dios Padre y los aceptan en sus corazones. No importa cuán celoso sea un hombre en su fe, pues si no conoce a Dios Madre, su fe será en vano y no podrá guiarlo a la salvación.

Jesús dijo que no todo el que le diga “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre que está en los cielos. La voluntad de Dios puede incluir muchas cosas. La voluntad de Dios que tenemos que seguir en esta época es que debemos creer completamente y seguir a Dios Madre, a quien Dios Padre tanto tiempo deseó revelar a sus hijos.

Ahora, muchas personas del mundo están sorprendidas con la verdad de Jerusalén nuestra Madre celestial y la reciben. Ya que la gloria de la Madre celestial se está proclamando, la tierra árida del evangelio se vuelve una tierra espiritualmente fértil. Esta sorprendente obra no puede lograrse con habilidades humanas. La Vida que estaba en Dios Padre ha aparecido como Dios Madre en esta época. Por consiguiente, los que pensaban que solo existía Dios Padre, se sorprenden de escuchar acerca de Dios Madre, y vienen a la verdad.


Dios Madre nos da el agua de la vida

La vida eterna no puede obtenerse sin creer tanto en Dios Padre como en Dios Madre. Dios nos enseña este hecho por medio de los 66 libros de la Biblia. A través de Adán y Eva, que aparecen en Génesis, el primer libro de la Biblia, Dios nos mostró al postrer Adán, Espíritu vivificante, y a la postrera Eva, que es la Vida y la Madre de todos los vivientes. Y el Apocalipsis, el último libro de la Biblia, testifica más claramente la existencia de Dios Padre y Dios Madre que nos dan la vida.

Ap. 22:17 『Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.』

El agua de la vida es una fuente de agua que salta para vida eterna (ref. Jn. 4:10-14). Solo Dios puede dar la vida eterna a los seres humanos. Ahora, el Espíritu y la Esposa dan a toda la humanidad el agua de la vida. El Espíritu es Dios Espíritu Santo, una de las tres personas de la trinidad; y la Esposa es Jerusalén nuestra Madre. En otras palabras, Dios Padre y Dios Madre dan a sus hijos la vida eterna.

Por consiguiente, podremos obtener la vida cuando entendamos completamente a Dios Elohim y creamos en Ellos. Existen muchas personas en el mundo que dicen conocer la Biblia. Sin embargo, ellos no pueden enseñar a nadie la existencia de Dios Madre. Esto es porque Dios Madre mora solo en Sion, la ciudad de las fiestas solemnes, establecida por Dios Padre. En Sion, la Madre da a sus hijos el agua de la vida, la vida eterna y la salvación.

Aún hay mucha gente en el mundo que todavía no ha escuchado acerca de la salvación de Dios Madre. Debemos proclamarles rápidamente la salvación de nuestro Padre y nuestra Madre celestiales, como Jesús dijo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones” (Mt. 24:14), a fin de que se cumpla rápidamente la profecía de que Dios juntará a sus hijos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. Como hijos de Sion, toquemos aún más fuerte la trompeta de la salvación, anhelando el día de la alegría cuando todas las personas del mundo glorifiquen a Dios Madre, nuestra Jerusalén celestial, y el día de la gloria en que disfrutaremos de la vida eterna y permaneceremos con nuestro Padre y nuestra Madre celestiales en el cielo nuevo y la tierra nueva por los siglos de los siglos.